Binoculares

Más sobre Swarovski

La historia de Swarovski se remonta a 1895: Daniel Swarovski inventó la primera pulidora eléctrica para piedras preciosas, que daría lugar a la empresa familiar tirolesa cuyo nombre hoy es sinónimo del cristal más fino, del pulido de precisión y de un brillante espíritu inventivo en todo el mundo.

En los más de 100 años que han pasado desde entonces, la empresa se ha ramificado en varias divisiones cuyo abanico de productos abarca desde pulidoras, piedras preciosas acabadas o cristales, hasta dispositivos ópticos. Desde el punto de vista del consumidor tal vez este catálogo parezca inconexo, pero sus productos están todos unidos por un vasto know-how técnico y por la búsqueda incansable de la máxima precisión.
(Alto rendimiento óptico en un diseño clásico: Swarovski Habicht 8x30 W)

Fundación de la empresa

En 1935 Wilhelm Swarovski, hijo del fundador, tan solo tenía 17 años pero ya era un experimentado astrónomo aficionado. Su gran pasión que, como él mismo decía, era "ver las estrellas más de cerca", alimentó en él la ambición para construir un telescopio mejor de manufactura propia.

Utilizó los métodos especiales de producción y refinamiento del cristal que empleaba la empresa de su padre para la producción de piedras preciosas para desarrollar un innovador procedimiento de fabricación y pulido de prismas, que después aplicaría a sus primeros binoculares 6x30. Y los resultados no tardaron en llegar: en 1949 fundó Swarovski Optik KG en la localidad tirolesa de Absam. Su primer producto en serie, el Habicht 7x42, sigue constituyendo a día de hoy un estándar válido en el sector de la óptica para caza.
(Lo último en el desarrollo de los telescopios Swarovski: catalejos binoculares BTX)

Avance técnico

"Avance a través de la precisión y la tecnología", así podría describirse el código genético de la familia Swarovski, que ha sabido mantener vivo el espíritu de su fundador hasta la actualidad. Al Habicht le siguió en 1967 el primer catalejos extensible, en 1971 los primeros prismáticos con revestimiento de goma del mundo y en 1976 la primera mira con la tecnología Nova de oculares telescópicos, de cosecha propia, que evita daños en los ojos al disparar en posiciones incómodas.

Los binoculares "EL" de Swarovski fueron los primeros del mundo con apertura central y en 1999 fueron galardonados con el premio "Best of the Best Award" como invento de la década. La capacidad innovadora, la precisión, la calidad y los ambiciosos diseños de la marca han sido reconocidos con más de 30 premios nacionales e internacionales.
(Tercera generación de los binoculares EL de Swarovski)

Actualidad

Swarovski Optik cuenta con una plantilla de más de 630 empleados. En 2005 la empresa registró un volumen de ventas de 80 millones de euros. Su elevada tasa de exportaciones, del 90 %, se gestiona a través de tiendas presentes en los Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Suiza, Italia, Alemania, Austria, Benelux y, recientemente, también países del este de Europa.

Además, los socios distribuidores repartidos por 30 países se encargan de que los productos de la casa lleguen a los cinco continentes. Gracias a su compromiso con el máximo rendimiento óptico, la innovación funcional y la excelencia en el diseño, Swarovski Optik ha logrado forjarse una reputación de marca de primera clase en el mercado mundial.

(Swarovski Optik somete a sus productos a rigurosos controles de calidad llevados a cabo por trabajadores y trabajadoras altamente experimentados.)

El éxito de la empresa no solo se debe a su capacidad para integrar la innovación técnica en unos diseños ampliamente reconocidos a nivel tanto funcional como estético, sino también a la transparencia en la filosofía de la casa en lo relativo al respeto por la naturaleza, que se pone de manifiesto en proyectos de conservación medioambiental y en su ejemplar producción respetuosa con el entorno. "Nuestros productos se usan en la naturaleza", afirma Werner Trattner, portavoz de la junta directiva, al describir la filosofía de la empresa, "y lo único que puede asegurar nuestra existencia a largo plazo es una naturaleza intacta".