Oculares

En 1958 Al Nagler decidió hacer de su gran pasión su trabajo y se lanzó al diseño de dispositivos ópticos. Los actuales productos de TeleVue Optics están fuertemente influenciados por sus trabajos de colaboración con la NASA en materia de simuladores de aterrizaje lunar. Al Nagler quería que sus instrumentos de observación ofreciesen la misma imagen, aparentemente infinita, que los que usan los astronautas. La clave para ello era lograr unas imágenes nítidas y ricas en contraste con un amplio campo visual.

Sumida en medio de la revolución Dobson que caracterizó la década de los 80, TeleVue sacó al mercado sus oculares Plössl, que gozaban de tal definición de los contornos, que acabaron siendo protegidos con patentes americanas e internacionales. Se hicieron muy populares entre los consumidores y pronto se extendieron por todos los jardines. En palabras del editor de la publicación "Astronomy" en una revisión del producto, era "lo más nítido que he manejado nunca".

La serie "Nagler" inició su propia revolución en el sector de los oculares. Cuentan con un campo visual aparente de 82° y diez veces más nitidez que los oculares anteriores.

Los oculares de TeleVue están certificados con un factor f/4, una garantía de calidad que no se encuentra en ninguna otra parte. TeleVue Optics tuvo que desarrollar su propio equipo para probar sus ópticas, ya que los dispositivos de testeo disponibles no estaban a la altura.

Comprometida con su labor innovadora, TeleVue llevó a cabo un trabajo pionero que se tradujo en la introducción de un refractor de cuatro lentes con límite de difracción como una alternativa apta y portátil a los tubos newtonianos y SC. El actual TeleVue-NP 101 es su última variante. Este telescopio de lentes f/5,3 de 4" supone todo un hito e impone nuevos estándares ópticos.

La plantilla de trabajadores de TeleVue constituye uno de sus mayores factores de éxito. Comparten el compromiso por la calidad y la pasión por la observación. De ahí que fabriquen cada producto como si fuese para ellos.