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Práctica

Alrededor del remolque del Carro

La Rueda de Fuego y el Remolino, dos de las galaxias más bellas de todo el cielo nocturno, y un curioso objeto del catálogo de Messier que, en realidad, no lo es.

En nuestras latitudes, la Osa Mayor es circumpolar, aunque sus objetos más tenues se pierden en la bruma cerca de la línea del horizonte. Marcus Degenkolbe En nuestras latitudes, la Osa Mayor es circumpolar, aunque sus objetos más tenues se pierden en la bruma cerca de la línea del horizonte. Marcus Degenkolbe

Una de las formaciones más reconocibles de todo el cielo nocturno es el Carro que forma parte de la constelación de la Osa Mayor. Y alrededor del eje de su remolque hay varios objetos interesantes para binoculares.

Galaxias imponentes

Dos de las galaxias más bellas están en las inmediaciones de las últimas estrellas del eje del remolque, Alkaid y Mizar. Junto con ellas, la galaxia M101 dibuja un triángulo casi equilátero. Para encontrarla, basta con partir de Mizar y seguir una serpenteante cadena formada por estrellas de magnitud 4 a 7. En este caso, más importante que el tamaño de la óptica son las condiciones de observación y una correcta adaptación de los ojos a la oscuridad, porque M101 es muy grande pero, lamentablemente, también muy tenue. Con buenas condiciones de observación, se puede ver como una nebulosa desdibujada con unos binoculares pequeños, y con unos más grandes de 10x50 se presenta como un óvalo ligero y grande de más de 10'.

La segunda parada de nuestra ruta es M51, que se encuentra a unos 3,5° al suroeste de Alkaid y conforma un cuadrado con otras tres estrellas de magnitud 7. Esta galaxia, que también pertenece a la constelación de los Perros de Caza, se puede ver como una estructura tenue con unos prismáticos pequeños mediante la técnica de la observación indirecta, es decir, mirando un poco más allá del objeto en sí. Sin embargo, con unos binoculares de 10x50 ya muestra una forma ligeramente ovalada de un tamaño más o menos la mitad de grande que M101. Si el cielo acompaña, incluso se pueden distinguir los dos núcleos de la galaxia principal, M51, y de su compañera NGC 5195.

Gracias a sus llamativos puntos de partida, los objetos de este ruta astronómica son muy fáciles de encontrar. J. Scholten Gracias a sus llamativos puntos de partida, los objetos de este ruta astronómica son muy fáciles de encontrar. J. Scholten

Un fake en toda regla

Seguramente, el objeto más inusual del catálogo de Messier sea M40. El propio Charles Messier vio en él una estrella binaria, pero con todo decidió incluirlo en su catálogo de objetos nebulosos. Es fácil de encontrar tomando Megrez y la estrella 70 UMa como referencia; en los binoculares veremos dos estrellas pequeñas de magnitud 9 a una distancia de 49", cuya división se puede distinguir incluso sujetando el instrumento a pulso, si bien es más fácil de visualizar con ayuda de un trípode.

Aún más curiosa es la historia de Sidus Ludoviciana, una estrella de magnitud 7,6. Situada entre Mizar y Alcor, fue catalogada como planeta por el matemático y astrónomo alemán Johann Georg Liebknecht en 1722 al creer detectar en ella movimiento propio. Está ligeramente al sur de la línea de unión entre sus famosas vecinas, visibles con binoculares de cualquier tamaño.

Un reto

Una de las galaxias más tenues de todo el catálogo de Messier es M109. Aunque está a tan solo 40' al sureste de Phad, requiere buenas condiciones de observación y cierta experiencia. Con unos binoculares intermedios, de 10×50, veremos una nebulosa pequeña.

Autor: Kay Hempel / Licencia: Oculum-Verlag GmbH